¿QUÉ TE MUEVE?
¿Te has hecho esa pregunta alguna vez en tu vida?
Te lo voy a plantear de una forma distinta. Todos tenemos algo que nos apasiona y algo que hacemos porque lo tenemos que hacer.
Una vez dicho esto, te haré dos preguntas más.
¿Qué es eso que harías, aunque no tuvieras remuneración económica?
¿Qué es eso que sabes que es tu pasión y sólo lo harías por tener la sola satisfacción de haberlo hecho?
Me gustaría compartirte un poco de lo que pienso para ver si de esta forma puedes localizar e identificar lo que te mueve.
Hay personas que son abogados por tradición familiar, pero hubo un miembro de la familia que dijo:
- Yo no quiero estudiar derecho, yo quiero ser fotógrafo.
Se quiere dedicar a la fotografía porque le gusta capturar momentos bonitos y únicos.
Para este miembro de la familia, la vida se encuentra en momentos capturados por un equipo llamado cámara, no detrás de un escritorio sepultado en documentos y bajo mucho estrés. El conflicto se sitúa cuando debe continuar con la tradición familiar, que durante 10 generaciones se ha venido cumpliendo sin importar si esos hijos, lo deseaban o no.
A ese miembro le llaman “oveja negra” y todo porque quiere dedicarse a algo diferente, por seguir sus sueños y hacer eso que lo mueve.
Así nos ha pasado a todos en algún punto de nuestra vida, cuando surge la conversación incómoda con nuestros padres al decirles que no queríamos estudiar esa carrera.
Hay personas que no son felices estudiando la carrera familiar y prefieren salir a barrer las calles. Sé que se escucha gracioso, pero... ¡es verdad! Existen casos en los que terminan la carrera por darle gusto a los padres, pero hay un punto en el que entregar ese papel que dice que eres licenciado, ingeniero etc. se convierte en el pase de salida a tu libertad.
Hoy, en pleno siglo XXI, aunque te cueste creerlo, existen familias que etiquetan a sus hijos como “rebeldes” solo porque persiguen sus sueños y no los de sus padres.
Y justo a eso me refiero cuando te pregunto cosas como ¿Qué te mueve? ¿Cuál es tu pasión? ¿Cuáles son tus sueños? ¿A qué te quieres dedicar tú?
Te aseguro que nunca te has hecho estas preguntas, así que analízalo y cuando lo hagas, es probable que te des cuenta que a lo mejor estás haciendo algo que alguien más quiere, o puede ser que en verdad estés haciendo eso que tanto quieres hacer en la vida.
Siempre que tengas duda de que hacer con tu vida o hacia donde vas, recuerda las siguientes preguntas:
¿Me veo haciendo esto TODA mi vida? ¿Me veo viviendo lo bueno y lo malo con él o ella el resto de mi vida?
Estas preguntas te ayudarán mucho a ver la vida de diferente manera. Estas preguntas no sirven solo para decidir que estudiar, sirven también para preguntarte si esa persona con la que compartes parte de tu vida la quieres para compañero o compañera de vida.
Te puedo asegurar que nos falta mucho por aprender de esta vida, pero no podemos pasarnos la vida haciendo algo que no queremos hacer solo por complacer a unos cuantos que al final te van a criticar tanto lo bueno, como lo malo que hagas, recuerda que, a esta vida, vienen a disfrutar, a aprender, pero sobre todo vienes a vivir la vida, tu vida, no la de nadie más así que enfócate en tus metas, en tus proyectos, en sentirte bien contigo mismo para que puedas dar lo mejor de ti con los demás. Si a nosotros nos enseñaran a estar bien con nosotros mismos a una temprana edad, creo que tendríamos una sociedad con menos problemas, seríamos más empáticos, y entenderíamos que no debemos complacer a nadie y por lo mismo podríamos límites que nos ayudarían a salir y movernos de nuestra zona de confort.
Por: Sally Lessig.