Carta a mis abuelos
Esta carta se las quiero escribir porque quiero recordarles lo importante que han sido en mi vida, tal vez como un homenaje a sus enseñanzas, a su personalidad, a su esencia, a su conocimiento y sabiduría, a su fortaleza, a su dedicación, a su entereza, a su luz, a su manera de ser y comportarse. Hoy esta carta es en agradecimiento por todo aquello que me enseñaron.
Al día de hoy, sé y comprendo de mejor forma, que todo aquello que me enseñaron tiene un valor más enriquecedor que nada en el mundo, entiendo que si ustedes no me hubieran guiado en la manera en la que lo hicieron, no tendría el carácter, los valores, la fuerza y el amor que tengo hoy en día. Sé que pasamos momentos complicados, sé que parecía que no todo era fácil conmigo y que tal vez me podía perder en el camino, pero hoy sé que teníamos que vivir todos esos momentos juntos para que hoy tuviera esos recuerdos que me alimentan el alma y que me hace querer regresar un poco el tiempo para poder volver a abrazarlos con la misma fuerza con la que antes lo hacía; no saben lo mucho que hoy valoro que hayan sido parte de mi vida por no decir que mi vida entera, hoy agradezco aquellos regaños, aquellas palabras que en su momento me lastimaron porque no entendía sus palabras, pero que hoy recuerdo y entendiendo que tenían un fin y un propósito en mi vida. Desearía haber entendido a tiempo, que la vida se va en un momento inesperado y que cuando alguien falta es para no regresa jamás, me hubiera gustado abrazarlos más fuerte, decirles más veces cuanto los quiero, y lo orgullosa que me siento de ustedes, que a donde voy, le hablo al mundo de que tuve a unos padres increíbles, porque para mí, no solo fueron esa figura tierna y bonita, también fueron esos padres que me supieron dirigir, me supieron decir la verdad sin filtros, que me supieron aconsejar en muchos momentos importantes. Si algo me tengo que recriminar, es no haber podido entender para que me decían las cosas, porque si yo lo hubiera entendido a temprana edad, tal vez estaría viviendo una vida diferente, sin embargo estoy consciente que fueron totalmente mis decisiones y que yo sola me puse en esta posición y entiendo que haber tomado esas decisiones me han hecho aprender todo aquello que no se aprende con palabras, se aprende a golpes de la vida, se aprende cayendo, rompiendo, se aprende sufriendo. No se imaginan la falta que me hacen sus consejos en momentos difíciles, ustedes siempre han sido tan neutrales que sabían dar consejos sabios que hoy quisiera tener, a veces cuando no encuentro salida a un dilema que tengo en algún aspecto de mi vida me pregunto ¿Que harían ustedes? pero para ser honesta, a veces no encuentro respuesta alguna porque me hacen falta sus palabras; me hace falta escuchar su voz para sentirme en paz y tranquila.
Hay días en los que me pregunto ¿Qué hubiera sido de mi, si no hubieran estado ustedes en mi vida? La verdad, creo que me hubiera perdido en el camino al tomar muy malas decisiones, si con su guía tomé decisiones equivocadas, sin ustedes mi mundo sería completamente diferente. Ustedes han sido mi motor, mi fuerza, mi inspiración constante y por ustedes estoy tratando de mejorar muchos aspectos de mi vida, para que día con día les haga un homenaje siendo mejor persona, para crear relaciones estables y duraderas como la suya, no saben con cuánto orgullo puedo decir que cumplieron sus 50 años de matrimonio y que crearon la familia que hoy somos, para bien o para mal todos somos y tenemos una parte muy importante de ustedes. Creo que nunca van a saber todo lo que significan en mi vida, no tienen una idea de que todo lo que soy, se los debo a ustedes, que los admiro como personas y como mis abuelitos, quienes me llevaban al parque, quienes me enseñaron a andar en bicicleta, quienes me enseñaron a no tenerle miedo a la vida, a que se lave equivocarse, pero es de sabios aceptar y reconocer tu responsabilidad para ser mejor persona y tener un crecimiento personal. Hoy al escribir esta carta me doy cuenta que siguen estando presentes en muchos aspectos de mi vida y que aún hay cosas que me duele recordar, como el día que te vi partir, te vi irte, estaba viendo tu cuerpo pero ya no te sentía, ya no estabas ahí, y no lograba entender cómo es que ya no estarías aquí y admito que fui egoísta, porque te quería tener aquí, porque quería abrazarte, porque necesitaba escucharte, necesitaba sentirte y poder decir que todo había sido un sueño, pero no lo era, todo estaba ocurriendo muy rápido, no sabía qué hacer, qué decir, no entendía por qué tú, no entendí porque te fuiste, y me pregunté muchas veces porqué me habías abandonado, hasta que entendí que no lo hiciste consciente, que nunca fue tu intención dejarme, nunca lo planeaste, nunca quisiste hacerme daño.
Hoy te pido perdón si en algún momento sentiste que te fallé, y me gustaría que supieras que nunca fue mi intención provocar dolor, siempre quise que estuvieras orgulloso de mí como siempre me lo hiciste saber, gracias por todas tus enseñanzas y por hacerme ser la mujer que hoy soy, gracias por darme las mejores lecciones de mi vida, gracias por enseñarme que el amor existe, que el amor perdona, que el amor es fuerte, que el amor cura todas esas heridas abiertas y gracias, gracias por ser mi papá, por tomar mi mano, por cuidarme, por protegerme, por darme tanto amor y por hacerme tan fuerte y prepararme para la vida que se vive hoy en día, se que aunque físicamente no estás, una parte de ti vive en mí, tan solo por el simple hecho de llevar tu sangre y ser tu nieta.
Hoy rindo homenaje a todos aquellos abuelitos que aún están en este viaje llamado vida y también a todos aquellos a los que nos dijeron adiós pero que siguen viviendo y existiendo en nosotros y en todo aquello que hacemos. Gracias por ser nuestros abuelos y gracias por darnos el placer de haberlos tenido en esta vida como parte de la familia.
Feliz día del abuelo.