Estamos a 4 semanas de que termine el año, ayer le dimos la bienvenida a diciembre y con él, vienen nuevos retos, nuevas experiencias, nuevas oportunidades de creer, crear y crecer. Se vale que le des la bienvenida a un nuevo año lleno de retos, de vivencias, nuevas experiencias que te llenen no solo el corazón sino también la mente y el alma. Es tiempo de que hagas ese viaje que no has hecho, de que le des una nueva oportunidad al amor, que hagas eso que tanto te hace feliz, es hora de que tomes valor para vivir la vida que siempre has querido vivir, rompe cadenas, derriba barreras, grita fuerte para que tu voz se escuche, lánzate al vacío de las aventuras nuevas, arriésgate, vive, disfruta, llora, ríe, enojate, frustrante, pero disfruta del proceso que la vida te tiene preparado.
Pide el último día de este mes, que el año que termina se quede como un gran aprendizaje, recuerda las lecciones que tuviste que superar, recuerda las veces que te rompiste y mírate, hoy eres más fuerte, todo es temporal, nada es para siempre, eso lo debes tener bien en cuenta, te levantaste más sabiduría, tienes hoy más entereza que ayer, y estando más reconstruida, le abrirás la puerta a todas esas emociones que te esperan y será un camino de 365 días; que te mostrarán diversas opciones para explorar y lo más divertido es que podrás ser tú, quién decida si arriesgarte vale la pena o no.
Porque solo tú, eres el piloto de este auto llamado vida, solamente tú, puedes decidir que tanto acelerar, si tomar el camino recto o el camino con curvas, con desniveles, con obstáculos, tú tienes la libre decisión de subir a las personas que quieras a tu coche, y si en algún momento alguien decide bajarse de el por qué van a caminos diferentes, déjalos bajar, a veces las personas solo son compañeros temporales para un trayecto de viaje, tal vez en esa conversación que tuviste, aprendiste mucho, tal vez gracias a su decisión, hoy te encuentras más completa, tal vez te llevaron por un camino un tanto más tranquilo o más revolucionado, intenso, pero ese camino te formó carácter, te quebró, sacó la peor versión de ti y gracias a eso, hoy vives y disfrutas la vida como solo lo estás haciendo. Recuerda que las mejores personas son las que viven, se rompen, se levantan, pero no rompen a los demás por venganza de lo que sufrieron, al contrario, como ya lo sufrieron saben cómo cuidar a los demás para que no sufran lo que ellos vivieron.
Solo si te arriesgas a lo desconocido, podrás vivir sensaciones y experiencias que antes no habrás podido sentir, o más bien, no te habías dado el permiso de percibir. La mejor vida la viven los que se arriesgan, los que no son cobardes, los que no siguen a los demás, los que están complacidos con ellos mismos, los que no tienen miedo. La vida es muy bonita como para que la desperdicies con emociones bajas como la ira, la frustración, el odio, el coraje y la tristeza, y no con esto te estoy diciendo que es malo sentirlas, te prometo que es muy normal en el ser humano tener estas emociones, lo que no es normal y tampoco sano para ti, es que permanezcas estancado en esas emociones vacías, cuando puedes estar abierta a vivir los placeres que el universo tiene destinados para ti.
No te niegues la oportunidad de ser mejor ser humano, no te niegues la oportunidad de enamorarte, no te niegues la oportunidad de amar. Es tiempo de que este mes, lo utilices para planificar los 3 primeros meses del próximo año con metas específicas, reales concretas y alcanzables para que vayas logrando los objetivos que quieras cumplir y tu vida cobre un mejor sentido, para que te retes a ti misma a vivir y experimentar cosas que jamás imaginaste.
Haz un recuento de todo los que viviste en el año, revisa cuáles fueron las situaciones que impusieron un reto significativo en tu vida, depura todas esas emociones que te han hecho daño durante el año, llora lo que necesites llorar, escribe lo que tengas que escribir para desahogarte, haz una lista de las personas que ya no están en tu vida, y a un costado escribe el motivo real del porqué se fueron, (sé honesta contigo, esa lista solo es para ti, para que hagas una recapitulación y puedes identificar en qué tienes que trabajar tú) cuándo logres describir cada motivo te darás cuenta de que tal vez, en más de 3 relaciones has sido el principal motivo de ruptura y si las 3 coinciden en algo, trabaja en el motivo que has identificado para que este nuevo año, tengas mejores relaciones humanas, para que te conozcas de mejor manera, para que des la mejor versión de ti a las personas que estén tu camino, recuerda que no hay nada malo en la vida, todo es un aprendizaje y todo aprendizaje es bueno, porque se convierte en conocimiento, y el conocimiento, con el tiempo se vuelve sabiduría y dime entonces ¿no te gustaría alcanzar la sabiduría? A mi sí, porque ahora podría transmitir mi conocimiento a personas que la necesiten y estén abiertos, listos y dispuestos a recibir mi sabiduría.
Hoy estamos a 30 días de despedir este año, hoy estamos a 720 horas de decir adiós, a todos aquellos que de nuestra vida se han marchado, estamos por mirar al cielo para mandar un beso a los que a la cena de navidad faltarán. Dentro de 30 días, despediremos 365 oportunidades de crecimientos, diremos gracias, por lo que fue y lo que no fue, estamos a nada de no volver a mirar atrás, de solo mirar al futuro y así poder recibir con gusto, los retos que la vida nos tiene preparados. Recuerda que todo en esta vida es temporal, todo tiene un ciclo, hay una leyenda que me encanta que te quiero compartir que se llama “Eso también pasará” que dice:
Pensar y aprender de la antigua leyenda “Esto también pasará” puede serte de mucha utilidad. Sabemos que tu actitud ante los problemas, fracasos o situaciones del día a día condiciona lo que te sucede. Así, la percepción de que todo pasa, es más sana que quedarte anclada emocionalmente en una situación. Por muy grande y complicado que te parezca algo, todo pasa. Enfrentarte a la situación, gestionar las emociones que nos genera o cambiar los pensamientos sabiendo que la situación pasará, son estrategias que puedes utilizar para convivir con el sufrimiento mientras estás condenada a aguantarlo como compañero de viaje. Cuenta la leyenda, que un rey pidió a los sabios de su corte un anillo especial:
–Quiero que fabriquemos un anillo precioso y para ocultar en él un mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación. Este mensaje ha de ser muy breve para poder inscribirlo. Aquellos eruditos, habían escrito grandes tratados, pero no sabían cómo darle un mensaje de dos o tres palabras que pudiera ayudar al rey en esos momentos; en los que consideraba que esa ayuda podría marcar la diferencia. El monarca tenía un anciano sirviente al que consideraba como de su propia familia, así que también le consultó. Este, sorprendentemente, le dijo: –No soy un sabio ni un erudito, pero conozco el mensaje que buscas porque un sabio lo compartió conmigo hace tiempo. El anciano escribió tres palabras en un pequeño papel, lo dobló y se lo entregó al rey con la advertencia:
-No lo leas, mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo solo cuando sientas que todo ha fracasado y no encuentres salida a tu situación. El momento llegó muy pronto: el país fue invadido por la nación adyacente, el rey tuvo que huir a caballo para salvar la vida mientras sus enemigos le perseguían. Llegó a un lugar donde el camino se acababa al borde de un precipicio. Estaba en una encrucijada, donde la muerte le esperaba al final de todas sus decisiones. La desesperación invadió al rey. Y entonces se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró el siguiente mensaje: “Esto también pasará”. Mientras leía aquella frase, los enemigos que le perseguían se perdieron en el bosque al errar el camino, y pronto dejó de oír el trote de los caballos. Tras aquel sobresalto, el rey logró reunir a su ejército y reconquistar el reino.
A su vuelta, en la capital hubo una gran celebración que se prolongó durante varios días. El monarca, rememorando aquella desesperante situación en el precipicio y la posterior victoria, se sintió orgulloso de sí mismo y así se lo mostró a todos sus invitados a través de sus historias y brindis. El monarca llegó hasta su anciano sirviente, a quien agradeció aquella providencial perla de sabiduría. Le contó cómo aquellas palabras le habían ayudado a no descubrir su posición o a no tirarse por aquel precipicio cuando todo parecía perdido. Creía haber encontrado la clave para su estrategia en el mensaje de su anillo. Sin embargo, el anciano, a pesar de que compartía la alegría de su rey, tan solo le dijo: –Ahora vuelve a mirar el mensaje. El rey parpadeó, perplejo. No entendía por qué debía mirar el mismo mensaje que ya había cumplido su propósito. Al notar esta confusión, el anciano matizó:
-No es solo para situaciones desesperadas, sino también para las placenteras. No es únicamente para cuando estás derrotado, también sirve cuando te sientes victorioso. No es solo para cuando eres el último, también para cuando eres el primero. El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”. Entonces, y solo entonces, comprendió la profundidad de aquellas palabras. –Recuerda que todo lo circunstancial pasa, ya sea porque se queda atrás o porque te habitúas –le recordó el viejo sirviente–. Solo quedas tú, que permaneces por siempre. ¿Cuántas veces creemos que no hay salida? ¿O qué una situación negativa durará para siempre? La leyenda de “Esto también pasará” nos enseña a relativizar nuestros problemas para no aferrarnos a lo que, seamos conscientes o no, no durará mucho. Tanto en la derrota como en el orgullo, lo más importante es ser conscientes que la vida solo se queda en los recuerdos.
No te agobies por lo que hoy sucede, no te agobies por lo que no ha sucedido, si hoy te sientes bien es temporal, si te sientes mal también es temporal. La vida está llena de cosas positivas y aprendizajes, las dos en conjunto, son aprendizajes constantes, porque estamos diseñados para tener cambios, porque todo a nuestro alrededor, sigue en constante movimiento, la vida las personas y el universo no se detienen, mientras tú duermes, hay alguien que va despertando, mientras unos mueren, otros nacen mientras otros lloran, tú estás riendo.
Todo es temporal, no olvides, el amor, el coraje, la desilusión, incluso la misma paz, porque no puede existir calma o paz, si antes no hay tormenta, te ha llevado a lugares inexplorados, pero que necesitabas para crecer, para vivir, para volver a sentir, a volver a sentirte vivo. Así que antes de seguir mortificándote por todo lo que hoy vives recuerda que… Todo pasará.
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